Low-Code Copilot y Tiempo ganado: ¿Qué puede salir mal?
Sobre lo útil de quedarse con todo ese tiempo ganado y qué hacer con él no profundiza casi nadie. Desde el punto de vista del despilfarro del tiempo empresarial, pocas entidades lo hacen. Hay que pensarlo y sobre todo hablarlo más. ¿Qué hacemos con el tiempo que ganamos con Gen AI?
Antes de seguir con qué hacer con el tiempo ganado, sería bueno reflexionar si lo estamos perdiendo. Una forma de descubrir si se está empleando el tiempo ganado, de forma eficiente o no, es comprobar si se usa con un objetivo claro de transformación, si la respuesta es sí, entonces obtenemos resultados en ese tiempo que estamos empleando para un objetivo trazado y compartido y lo sabemos porque esa es nuestra forma de trabajar, pero si la respuesta es no, necesitamos saber si disponemos de las herramientas para hacerlo, analizarlo y conseguirlo.
Si tenemos las herramientas, pero no las usamos adecuadamente para sacar todo su potencial estamos desperdiciando tiempo.
Es por eso por lo que quedarse frente a un elemento tan importante como es el tiempo y saber qué hacer con él, emplearlo productivamente, es sinónimo de avance, y ya si es usando funciones de Gen AI, para entrenar modelos de datos confiables, extrayendo informaciones valiosas, que nos ayuden a descubrir con Insights (ideas y perspectivas) hallazgos estratégicos es usar el tiempo ganado para seguir ganando tiempo y, de paso, distancias entre nosotros y los otros, nuestros competidores.
El impulso de planes estratégicos no sobredimensionados pasa por integrar el dato único, empieza con él. Ya que únicamente con el dato integrado podemos estar seguros de que empezamos a ganar tiempo, determinante para moverse hacia una evolución ineludible y necesaria con el tiempo ganado para usarlo en nuestro recorrido hacia la innovación.
El tiempo es un elemento que se sabe imprescindible pero que sin ideas se convierte en una especie de enorme elefante en la habitación* difícil de manejar y mucho menos de esconder.
Todos sabemos que se necesita algo más que tiempo para transformar algo, se necesitan ideas y conocimientos, pero si no se trabajan, ni las unas ni las otras, qué mejor que decir que no se tiene tiempo para desarrollar conocimientos con datos propios para impulsar las ideas.
La tecnología Low-Code promueve exactamente esto. Implica trabajar con datos de los que podamos extraer conocimientos e ideas, liberando el tiempo ganado y empleándolo en cosas útiles y beneficiosas para el crecimiento del negocio, y, lo hace, entregando valor rápidamente.
Pero ¿qué pasa si no se puede escalar valor? Tienes las herramientas, pero en realidad no tienes nada. Ese es el elefante imposible de esconder. ¿Y cuántos elefantes tenemos ya en la habitación? Cada herramienta desconectada de las demás y del sistema central es un elefante nuevo en la habitación, empecemos a contarlos, sin miedo, en lugar de intentar ocultarlos.
La Tecnología cada vez más enfocada a evitar todo tipo de tediosas tareas, deja al descubierto un elemento básico para transformar cualquier cosa: el tiempo para usarlo eficientemente.
Viendo que la eficiencia se impone en todo, se pierde una enorme cantidad de tiempo al no consolidar conocimientos e ideas con los datos propios integrados para usarlos creativamente.
Sin necesitar en muchos casos de grandes desarrollos tecnológicos para poner las ideas en marcha, porque la eficiencia es modular y parece sacada de un envase biodegradable (bromas aparte) deja al descubierto un tema crudo, crudo, para quién el mundo de las ideas es un ente más insondable que una herramienta de IA: el tiempo no empleado productivamente.
El momento expansivo que va a vivir el Low- Code es evidente y lo va a liderar el conocimiento y la idea, será esta tecnología una oportunidad para cambios trascendentes que llegan a todos los negocios y que será una revolución para la Eficiencia Operativa.
Con la Inteligencia Artificial cualquier persona puede usar la tecnología avanzada sin tener conocimientos en programación, como la tecnología de bajo código que no solamente la puede usar cualquier persona y en cualquier función, sino que también la puede crear (como lo lees sí) y eso lo hace con ideas fácilmente si tiene los datos consolidados en su sistema centralizado.
Las herramientas basadas en IA Generativa son imprescindibles ya en Aplicaciones y Softwares, gracias al valor que aportan a los usuarios, pero también a desarrolladores para la automatización de pruebas acelerando la entrega de productos específicos y adecuados que ayudan a automatizar procesos, captar datos de calidad y analizarlos en tiempo real para precisamente saber cómo usar su tiempo ganado con ellas.
Un cambio radical que confiere una visión distinta en cuanto a la Inteligencia Humana para generar valor industrial y empresarial con su uso a lo largo del tiempo, ese ganado y sin elefantes de por medio.
El uso de la IA Generativa para la modernización de los productos y servicios a través de Aplicaciones, Softwares, Servicios y Plataformas optimiza la Eficiencia Operativa de cualquier usuario, a todos los niveles, mejora la velocidad de entrega de valor y reduce los márgenes de costes de la productividad y del resultado que se obtiene. ¿Cómo no va a ser revolucionario esto?
En la era de la medición el enfoque sobre la entrega de valor evoluciona apoyado en el análisis con pruebas fiables del valor empresarial obtenido con el desarrollo tecnológico incorporado.
Ese valor lo da el usuario, ya sea cliente, proveedor o empleado, no una máquina.
Ahora entra en juego la tarea laboriosa para la que es fundamental el tiempo ganado, ese del que nadie habla con claridad. Hace nada, vi un post que rezaba (más o menos) así “alcanza a los mejores talentos sin perder a los recursos más eficientes.” Tal cual, al talento no se le consideraba eficiente. Cuando tan alegremente se afirma o asienta la diferencia entre talento y eficiencia, hay que sospechar un par de cosas, que la eficiencia está destinada a ser relegada a una máquina que te dará tiempo y que al talento no le quedará otra que ser un maestro de sus conocimientos con las ideas materializadas para escalar ese codiciado valor que te dará más tiempo. (¿No es esto último también ser eficiente?)
Y aquí es cuando todo empieza a tambalearse los cimientos de los supuestos talentos…ideas muchas, pero… ¿buenas con silos de datos por todas partes?
La buena noticia es que eso es imposible, de ser así tendríamos un mundo inexplicablemente inviable. Para que exista el talento es necesario que exista su opuesto. Un mundo sin ese opuesto no existirá nunca, de hecho, se nutre de ese opuesto.
Pero, volvamos a lo del talento no eficiente, ¿quién quiere algo así?
Llegados a este punto es cuando entra nuestra recomendación de producto usando Copilot en herramientas muy estratégicas, no por no hablar del asistente en otras áreas hoy es menos importante, pero estos Copilotos concretamente te ayudan en esto de la ganancia de tiempo para emplearlo muy acertadamente.
- Copilot para Data Factory es un conjunto de herramientas mejoradas por la Inteligencia Artificial que ayuda a la limpieza y transformación de datos propios para simplificar su flujo y uso. Además, y esto es importante resaltarlo, proporciona generación de código inteligente para transformar datos con facilidad y genera explicaciones de código que ayuda a la comprensión rápida de tareas complejas.
- Copilot para Power BI permite crear informes automáticamente mediante la selección del tema de un informe o preguntando a Copilot para Power BI sobre contenido concreto. Tiene usos prácticos fabulosos como cuando usamos Copilot para Power BI a fin de generar resúmenes de informes creados previamente por nosotros.
Eso sí, antes ocúpate de los silos y de la orquestación tecnológica para integrar todas las herramientas necesarias sacando de la habitación las herramientas inconexas que son esos temidos elefantes.
* «Un elefante en la habitación». La expresión, extraída de un famoso cuento indio, se usa en el ámbito de los negocios para identificar aquellas cuestiones evidentes pero que son ignoradas o simplemente evitadas, a pesar de su incuestionable presencia o relevancia.